Estos últimos años en la Unión Europea no han sido buenos para los estados miembro que la integran, y muy especialmente a los que estamos en el sur. Lo dice Eurostat (Oficina Europea de Estadística): Somos más pobres. Alemania, por ejemplo, que siempre ha sido la locomotora de Europa, ha afrontado con solvencia una crisis económica que ha destrozado a los países del sur.
Y convendrán conmigo en que es preciso hacer algo. Especialmente aquí, en la península ibérica y archipiélagos, donde el eurobarómetro confirma que Portugal y España son los países más europeístas, con cerca de un 80% de personas pro Unión, frente a algo más del 50% de la que dispone de media en el entorno europeo. Sin embargo, también hemos sido una de las principales víctimas de esta crisis. Hemos sufrido “troikas, rescates y recortes”. Es hora de cambiar. Por eso, existen asociaciones como la Sociedad Iberista, que tratan de articular una especie de “eje ibérico”, que sirva como campo de maniobras para iniciar una serie de reformas que permitan alcanzar los objetivos de la Unión Europea, y no ser, nunca más, objeto de intervenciones que han castigado de sobremanera a la clase media de estos países. Un Eje ibérico puede resignificar un europeísmo desconcertado por el Brexit. El iberismo tiene mucho sentido hoy en día. Portugal y España pueden resignificar el europeísmo, darle una vuelta de hoja y construirlo como vector de cohesión social, identidad política, y defensa de los derechos y las libertades civiles. Además, unos países ibéricos con peso en Bruselas, son pieza fundamental para salvar a una Unión Europea, víctima de nacionalismos y populismos y profusamente desconcertada por el Brexit. Tal es el shock, que ahora mismo estamos ante una paralización del proceso de convergencia y unión. Como ya dije, el iberismo de la Sociedad Iberista, deja de lado sueños quiméricos y anhelos históricos para desarrollar un iberismo moderno que afronte los retos que tienen por delante Portugal y España y que, resueltos, puedan contribuir a impulsar un proyecto como el europeo, huérfano de líderes capaces de afrontar y resolver los problemas que nos han hecho ser más pobres que hace diez años. Dejemos, por tanto, de ser el último vagón de Europa.
Este artículo fue originalmente publicado en Periodista Digital en el 16/10/2019. Se lo puede ver por aquí https://www.periodistadigital.com/politica/opinion/20191016/vagon-europ-noticia-689404163095/
Sobre el Autor
Ginés de Lara es miembro de la Sociedad Iberista en España que "tiene por objeto el fomento del iberismo, entendido cómo movimiento social, reformista, innovador de ámbito global, que pretende la creación de un eje ibérico entre Portugal y España".
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